He tenido la gran suerte de visitar esa (que fue) espectacular maravilla de la naturaleza. En noviembre de 1981, junto con mi familia y un grupo de compañeros de trabajo (todos españoles) de la empresa DRAGADOS en colaboración con TECHINT, que nos encontrábamos destinados temporalmente en Pontal do Sul, Paraná, a pocos kilómetros de Paranaguá, en un gran proyecto de construcción de módulos para plataformas petrolíferas de la empresa PETROBRÁS, donde vivimos (en mi caso) durante un par de años, a unos 120 km. de Curitiba.
Sabíamos que esas cataratas iban a desaparecer, por culpa de la faraónica obra de la Presa de Itaipú.
Aún recuerdo esa visita como si fuese hoy (ahora tengo casi 71 años). Espectacular, verdadero crimen ecológico. Conservo varias imágenes de ese día.
Después nos dirigimos a las Cataratas de Iguazú. Una experiencia inolvidable.
Creo que merece la pena compartir estas imágenes de las
Sete Quedas, que desaparecieron en el transcurso de 1982.
Pincha encima de las fotos para ampliar.
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